Desde la Playa de la Puntilla

Manolo Morillo (El Puerto, 1957), actor portuense que mamó las tablas desde la infancia a través de su padre, el locutor Pepe Morillo. Ha pertenecido a los grupos Teja, Bellas Artes, Balbo, T.I.B. y Tirititrán Teatro. Actualmente colabora con Diario de Cádiz. El próximo proyecto en el que se encuentra inmerso es la preparación de una obra de Muñoz Seca dentro de los actos conmemorativos previstos para la inauguración del Teatro Principal, bajo la dirección de José L. Alonso de Santos.

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Lugar: El Puerto de Santa María, Cádiz, Spain

«Que Dios nos guarde de generales y funcionarios que son los principales enemigos del arte» decía Stanislavski en 1900.

viernes, julio 21, 2006

RÉQUIEM POR CALLE LARGA


A raíz de la penúltima desestabilidad política en nuestra ciudad, un tufillo a conspiración barata está impregnando la atmósfera de nuestras calles ya de por sí un tanto enrarecidas con el otro tufillo, el de alquitrán de la calle Larga, la última horterada parida desde el despacho oficial por antonomasia de El Puerto. Porque hay que ser hortera para cubrir los adoquines de la arteria principal de un casco histórico como el nuestro, con ese producto pestilente mezcla de maderas resinosas, carbones y petróleo entre otras lindezas. Cuando el paso de los años pueda dar una perspectiva más sosegada de las barrabasadas de nuestro sátrapa particular, estoy convencido que la joya de la corona se la va a llevar la sufrida calle Larga, no en vano ésta ha sido sin lugar a dudas la mesa de experimentos más utilizada por el susodicho. La primera lindeza nos la encontramos con el desastre realizado en la Plaza Isaac Peral donde, de un plumazo se destruyó parte de la memoria colectiva de varias generaciones de portuenses. Desde entonces hemos aprendido a convivir con un sucedáneo de plazoleta sin albero ni araucarias, y con el monumento a Muñoz Seca en permanente estado de deterioro. Poco tiempo antes habíamos perdido la casa número 74, desde la cual El Puerto pasó a la historia una vez más, y en este caso desafortunado por su participación en la liberación de Fernando VII, el Rey Neto, que derogó la Constitución Liberal. En su lugar tenemos hoy día un centro comercial en desuso y abandonado al albur de la más paupérrima de la ruinas. Siguiendo con el devenir de los despropósitos, una tarde cualquiera nos merendamos con el encendido de luces rasantes en un tramo de la maltratada calle. El espíritu chungón portuense adivinó entre estupefacto e incrédulo el inicio del nuevo aeropuerto, que aunque no venía en el programa del cuento de la lechera, con casi toda seguridad tendríamos para nuestro uso y disfrute en un futuro no muy lejano. No hace falta que recordemos lo que ocurrió con semejante esperpento, probablemente esos artilugios luminarios estén ahora alumbrando alguna que otra piscina hinchable en el almacén municipal. ¿Y que me dicen ustedes de la división de un tramo de la calle por su mitad, con obra de mampostería con anclajes, para facilitar el acceso al aparcamiento en las entrañas de Peral? Ya no está, que pena, porque era una grandiosísima obra de ingeniería fina digna de pasar a la historia. Pero aún hay más -el remate de la faena-, ahora que el ministerio de turno está empeñado en que las autovías rodeen a las ciudades, El Puerto se descuelga con una prolongación de la antigua N-IV en la mismísima calle Larga. Pregunten a los vecinos qué les parece la idea. Pero hoy no importa eso, hoy, la calle, nuestra calle mayor, está llena de corros y corrillos preguntándose ¿dónde está Wally?. Amanece sobre El Puerto y que salga el Sol por donde quiera.

Manolo Morillo - manolomorillo@hotmail.com
Desde la Calle Luna
Diario de Cádiz

viernes, julio 07, 2006

RIAU-RIAU


Habiendo entrado ya en el tiempo del nacimiento helíaco de Sirio, la canícula veraniega nos invita a realizar todo tipo de actividades al aire libre, este año mucho más llevaderas debido al ponientito con el que ha entrado el mes de julio, cosa que los autóctonos agradecemos sobre manera. Hacía tiempo que no se recordaba un mes de julio tan liviano en calores y con la necesidad de recurrir en más de una ocasión a la sábana nocturna para cubrir nuestra osada desnudez. El famoso fraile de la capucha anda un tanto despistado y no sabe donde colocar el brazo ejecutor de su predicción atmosférica, pero como buen anacoreta que es se ha plantado en el “inseguro” y de ahí no hay quien lo mueva. San Ilídio el desconocido, segundo santo del día siempre a la sombra de San Fermín, que es el que se lleva toda la gloria, pasa del famoso encierro y del txupinazo y dice que este año se viene a El Puerto a jugar al tangram o juego de los sietes elementos en la casa de retiro que tienen los jesuitas en la playa de los curas. El santo varón anda detrás del dichoso jueguito desde que se enteró que si conseguía pasar un hilo por los siete agujeros de una aguja el séptimo día del séptimo mes, onomástica de los fermines, la suerte le cambiaría radicalmente, y en ello anda desde hace siglos. En previsión de quedarse a dos velas un año más, ha solicitado los servicios de “El Chicuco” recadero, esa eco-mensajería local y metropolitana de aires añejos, para que le acerque el BOLETÍN CULTURAL con el fin de estar al tanto de la programación cinéfila de verano que tan sabiamente nos regala Antonio Ahucha una temporada tras otra. Es una verdadera delicia sentarse en la improvisada sala veraniega de San Luis, bajo el techo de nuestra galaxia porteña, y con el desenfado que aprendimos en los tristemente desaparecidos cines Colón, Macario, Florida y Cinema España, degustar un buen bocadillo de carne mechá convenientemente regado con la inigualable cruzcampo, y el olor inimitable a celuloide del bueno que se respira entre los cine-adictos asistentes. Los sanfermines culturales, que duda cabe, se celebran en El Puerto, el tal Ilídio tiene donde elegir: desde el Bahía Jazz Festival a la muestra de títeres “Los cristobitas”, desde los conciertos bajo la luna en la Plaza Colón al Festival de Teatro de Comedias, desde los martes de la Academia de Bellas Artes a los espectáculos de flamenco en la peñas... Y como remate de los tomates, recomiendo un buen paseo de atardecer playero con la lectura de cualquier libro de poemas de Ángel Mendoza, Julio Rivera o Juan García Larrondo. Riau-riau. Amanece sobre El Puerto y que salga el Sol por donde quiera.
Manolo Morillo - manolomorillo@hotmail.com
Desde la Calle Luna
Diario de Cádiz